La declaración de un testigo volvió a señalar al barrabrava de Defensa y
Justicia Cristian Favale como uno de los tiradores y complicó a la cúpula de la Unión Ferroviaria
en el juicio oral por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano
Ferreyra.
Alejandro Benítez, cuyo nombre trascendió pese a tratarse de un testigo protegido,
apuntaló así la hipótesis de un plan coordinado para efectuar el ataque a los
manifestantes que protestaban contra las tercerizaciones el 20 de octubre de
2010.
Bajo estrictas medidas de seguridad, Benítez reconoció ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 21 a varios de los acusados como parte de la patota que él mismo integró y apuntó al delegado Pablo Díaz como quien daba las órdenes en el lugar por instrucción del secretario administrativo del gremio, Juan Carlos “Gallego” Fernández. “Al gil ese de la gomera le agujereé la panza”, le escuchó decir a Favale luego del asesinato del joven.
Bajo estrictas medidas de seguridad, Benítez reconoció ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 21 a varios de los acusados como parte de la patota que él mismo integró y apuntó al delegado Pablo Díaz como quien daba las órdenes en el lugar por instrucción del secretario administrativo del gremio, Juan Carlos “Gallego” Fernández. “Al gil ese de la gomera le agujereé la panza”, le escuchó decir a Favale luego del asesinato del joven.
Benítez fue guarda de tren y parte del grupo que atacó a los
manifestantes en Barracas, pero quedó bajo la órbita del Ministerio de Justicia
como un testigo con el máximo nivel de protección. Ayer, disfrazado con barba,
anteojos oscuros y una gorra, declaró por casi seis horas con la única
presencia de la fiscalía, los abogados defensores y los querellantes. La prensa
y el público no pudieron ingresar al recinto y los acusados fueron ubicados
detrás del vidrio antibalas que divide la sala. Los recaudos incluyeron la
prohibición de usar celulares u objetos electrónicos.
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